“Cuida de tus empleados que ellos cuidarán a tus clientes”. Esta frase del fundador de la compañía Virgin, Richard Branson, nos deja ver que una empresa que enamora a sus clientes, conlleva un trabajo previo tras bambalinas con sus trabajadores.
La vieja estrategia de las empresas de hacer sentir a un empleado fácilmente reemplazable, era utilizada para generar un esfuerzo condicionado por una situación de estrés, que lo único que consigue es generar empleados irritados, ansiosos e inconformes que suelen descargar esas emociones con las personas y entornos más inmediatos, es decir, con tus clientes y tu empresa.
Hacer sentir a nuestros empleados parte importante de nuestra compañía es importante para que su permanencia sea motivada por un deseo de compromiso genuino porque hay una correspondencia del valor de ambas partes.
Un empleado desmotivado puede encargarse de hacer su trabajo de manera, puede ser incluso excepcional en su campo, el problema está en que sólo hará lo estrictamente necesario, entrar y salir a su hora asignada, cumplir con sus funciones asignadas, pero nada más allá de ello.
La diferencia de contar con empleados motivados es que éstos hablarán bien de tu empresa, la recomendarán a sus amigos y familiares, atenderán de manera atenta a tus clientes, cómo si fueran suyos porque se reconocen como una parte de la misma y relacionan que el crecimiento de su empresa conlleva un crecimiento de valor para ellos también.
Entonces, ¿qué acciones positivas podemos llevar a cabo para elevar el nivel de compromiso en nuestros empleados?
En ocasiones los pequeños detalles pasan inadvertidos, pero el efecto acumulativo de estos detalles positivos puede generar un bienestar construído con pequeñas acciones diarias que se vuelve un efecto compuesto, es decir, algo que aumenta a través del tiempo.
Y lo más importante para que tus ejecutivos porten la camisa de la empresa, es que cuenten con una que sea digna, un uniforme corporativo que los haga sentir identificados, unidos y comprometidos con su labor.
Por ello, al momento de elegir tus uniformes corporativos debes pensar en que sea el que mejor represente los valores de tu compañía y de tu marca, a través de sus elementos tangibles e intangibles como la calidad, el color, la tela, la resistencia, durabilidad, estilo y respaldo de tu proveedor de uniformes.
Lo siguiente a tener en cuenta son las personas que van a usar estos uniformes y las labores que desempeñarán para que la selección de las características, antes mencionadas, sea congruente con la necesidad de sus funciones y la comodidad que les aporte su uniforme al momento de realizarlas.